Es entonces cuando me paro a pensar qué ha sido de nosotros,
de esos momentos juntos, de esas risas, de esas miradas, caricias, gestos,
abrazos, tonterías… Y echo a correr, pero los recuerdos me alcanzan, aunque
realmente no tengo muy claro si corro con la esperanza de volver a encontrarte
en la meta o para escapar ya de todo esto. No tengo muy claro qué debo hacer ni
cómo he de actuar, lo único que sé con certeza es que me encantaría encontrarte
en cada paso que dé, como antes, como en los viejos tiempos… Pero quizás sea
demasiado tarde, quizás después de haber estado tanto tiempo sin saber de ti no
debería de haber caído otra vez; pero ya sabes, dicen que lo mejor para
resistir la tentación es caer en ella; por mucho que ahora se sumen más
recuerdos y me cueste más intentar olvidarte, volvería a repetirlo. Volvería a
pasarme miles de días en tu casa, durmiendo abrazada a ti, dándote un abrazo y
miles de besos de buenos días, de buenas tardes o simplemente de esos que dicen
“te quiero” sin necesidad de abrir los labios y que se dan sin ninguna
explicación, solo por ganas, aunque tal vez con algo de miedo de que sean los
últimos besos que pudiera darte… Volvería a picarte, a dejar que me piques, a
sonreírte con cualquier tontería, a cuidarte, a preocuparme por ti, a
admirarte… Y es que por mucho tiempo que pase, sé que vas a seguir estando ahí,
como el primer día, y sé que voy a seguir teniendo las mismas ganas de estar
contigo. Y si el olvido acaba haciendo su trabajo, si tuviera la ocasión,
volvería a vivir esos momentos y seguramente a corregir todos los errores que
cometí; pero aun así de nada me arrepiento, porque hasta una pelea contigo me
“gustaba”, por el simple hecho de saber que te seguía teniendo a mi lado, y que
la reconciliación valdría la pena. Sin duda alguna, volvería a conocerte, a
conocerme, a conocernos, y a seguir descubriendo cada día algo nuevo e
increíble de ti, porque eso es lo que te define: ERES INCREÍBLE.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
Y pasó...
Justo cuando piensas que no vas a volver a ilusionarte, que
tu sonrisa no va a tener otro motivo perceptible debido a los errores del
pasado, sucede. Aparece otra persona, que realmente te das cuenta de que estaba
presente hace mucho tiempo más atrás… Y aparece el miedo; miedo a no salir
ilesa de la locura que sabes que vas a cometer, miedo a que tus lágrimas
vuelvan a tener nombre, miedo a que nada salga como esperas… Pero en eso
consiste la vida, en arriesgarse, en vivir nuevos momentos que se convertirán
en grandes recuerdos en el futuro, en aprovechar el tiempo. Y mientras pienso
en estas palabras solo tengo a una persona en la cabeza, sí, la misma que anda
rondando a todas horas, pero que difícilmente puedo evitar. Esa persona que
hace que me duela la boca de tanto reírme con las tonterías que solo él hace,
esa persona que consigue dirigir todos mis estados de ánimo, el que hace que el
tiempo se pare cuando estoy a su lado y de repente, lo único que quiero es que
ese momento dure para siempre.
domingo, 7 de abril de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)