NO. No quiero ni al de pelo castaño, ni al rubio, ni al de los ojos azules, ni al de los ojos verdes. Le quiero a él. A ese moreno, de ojos marrones, tan simple por fuera y tan complejo por dentro, pero que no sé cómo, logré entenderle. No sé como noto todos y cada uno de sus estados de ánimo, y no sé por qué me preocupo por él cuando sé que él nunca lo hará por mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario