domingo, 1 de enero de 2012


El amor es una cosa divertida, esperas que sea fácil, esperas que sea un mundo de rosas y risas y momentos perfectos como los que solo se ven en las películas; esperas decir siempre lo correcto, y siempre saber exactamente cómo te sientes, o exactamente cómo reaccionar ante él; esperas que te calme cuando estas gritando o te persiga cuando te escapas. Esperas tanto que te sientes por completo y totalmente derrotado cuando algo no coincide exactamente con todos tus planes. Pero esa es la cosa, el amor no es un plan. No tiene un comienzo determinado y, ciertamente no tiene final o metas visibles para los que creen profundamente en él.
El amor solo pasa, es tan increíblemente desordenado que las personas a tu alrededor no pueden comprender las cosas que haces o porque luchas tanto por algo que al parecer te causa tanto dolor; porque simplemente ellos no pueden ver ese anillo de locura que te encierra cuando estas enamorado. Es incomodo, doloroso y devastador a veces, pero no podemos vivir sin el. Lo que no aprendemos es lo difícil que es amar, cuanto trabajo se necesita, cuanto tenemos que poner de nosotros mismos en el; y tal vez solo vale la pena cuando estamos totalmente y absolutamente idiotas al respecto.
El amor no es que él te calme cuando gritas, es gritar tan alto, tan fuerte, tan duro, que puedas volar y al ver su cara puedas despertarte y mantenerte en la tierra. No es que te lleve rosas todos los días o cosas lindas que hagan que una relación parezca presentable. Es una larga lucha que drena la vida y los huesos de los dos; y sin embargo, se muestre en tu puerta a la mañana siguiente, de todas formas. No es decirte como debes comportarte o saber exactamente la manera de manejarte. Eres tú acariciando mi cabello y diciéndome que todo estará bien porque tú estas conmigo., admitiendo que esta tan asustado como yo. Tienes que recordar que en el amor no eres el único implicado; sin saberlo has puesto tu vida, tu corazón en las palmas de las manos de otra persona, arriesgándote a que lo vuelva en mil pedazos o en carne picada o que olvide que se lo entregaste a él. Haz lo que quieras, siempre y cuando esté contigo.
Nos volvemos locos, la realidad se hace invisible y borra todas las líneas que no deben cruzarse. Se trata tirar al carajo todos los nervios del cuerpo y de la misma manera no perder el impulso; debido a que todos los combates, todas las lágrimas y la incertidumbre de ambos valen la pena. Es un infierno mucho mejor. Es estar 100% feliz sin alguien que nos muestre que hay un mundo de diferencia entre sentirse "feliz" y sentirse completo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario