Duele...

Duele. Y aunque quiero evitarlo no se puede. Duele que formes parte de mi vida de esta forma. Duele tu indiferencia, y yo también tener que fingirla. Duelen los recuerdos. Duele notar como no soy nada para ti, cuando tu lo eres todo. Duele que seas todos mis pensamientos. Duele que seas mi sueño que nunca se hará realidad. Duele quererte como te quiero. Duele cada parte de mi ayer. Duele que cuando la gente te vea por la calle el único pensamiento que se le venga sea YO, porque soy la única niña que te quiere más que a nadie. Duele que seas la última persona en la que pienso al acostarme y la primera en la que pienso al levantarme. Duele fingir que el pasado no existe, aunque sigues aquí junto a mi. Duele que estes tan cerca y a la vez tan lejos. Duele que tu simple hola haga  que se me pongan los pelos de punta y los nervios me coman viva.  Duele que tenga que esconder mis sentimientos. Duele hacer como que no te he visto cuando al mismo tiempo me vuelan millones de mariposas en el estómago. Duele ver películas de amor con final feliz y preguntarme por qué yo no tuve ese final contigo. Duele pensar lo que no fui capaz de decirte aquel dia, que ahora es lo que me mata por dentro. Duele que te intente olvidar. Duele mirarte y no tenerte. Duele imaginarte conmigo, sólo imaginarte. Duele cambiar mis ganas de abrazarte por un “hola, ¿Qué tal todo?”. Duele que mi toalla haya pisado tantas veces el suelo. Duele despertarme con esa sensación de agujas clavadas en el pecho. Duele escribirte todos los textos que tú nunca leerás. Duele que cada canción que escuche me recuerde a ti. Duele andar por la calle e imaginarte en cada esquina. Duele que tu sonrisa sea la mas bonita del mundo y la que provoque que yo no quite la mia tampoco. Duele que cuando oigo tu nombre, ya sean horas después, tu imagen sigue en mi mente. Duele que me sepa toda tu vida y tu no seas consciente de ello. Duelen tantas cosas que ya no sé ni lo que me duele…  Dueles.